Defectos materiales:
Si el material de la tubería de acero en sí tiene defectos, como inclusiones, microfisuras o segregación, estos defectos pueden convertirse en puntos de concentración de tensiones durante el proceso de estirado en frío, provocando grietas.
Lubricación insuficiente:
Durante el proceso de estirado en frío, si el lubricante se usa incorrectamente o la lubricación es insuficiente, aumentará la fricción entre la superficie de la tubería de acero y el molde, aumentando el riesgo de agrietamiento.
Endurecimiento por trabajo en frío:
El material de la tubería de acero se endurecerá durante el proceso de estirado en frío. Si el grado de endurecimiento es demasiado alto, la plasticidad del material se reducirá, lo que fácilmente puede provocar grietas.
La velocidad de dibujo es demasiado rápida:
Si la velocidad de estirado es demasiado rápida, la tensión interna de la tubería de acero no tendrá tiempo de redistribuirse, lo que puede provocar una tensión local excesiva y provocar grietas.
Diseño de molde inadecuado:
Un diseño inadecuado del molde, como un ángulo, forma o tamaño inadecuados, puede causar una tensión desigual en la tubería de acero durante el proceso de trefilado, aumentando el riesgo de agrietamiento.
Tratamiento térmico inadecuado:
Un proceso inadecuado de tratamiento térmico de los tubos de acero antes del estirado en frío, como un recocido insuficiente, también puede provocar una estructura interna desigual del material, afectar la plasticidad del tubo de acero y aumentar el riesgo de agrietamiento.
Estrés interno:
Las tuberías de acero pueden generar tensiones internas durante la fabricación, transporte o almacenamiento. Si estas tensiones no se liberan eficazmente antes del estirado en frío, también pueden convertirse en la causa de grietas.
Corrosión:
Si hay corrosión en la superficie de la tubería de acero, la estructura organizativa de la pieza corroída cambiará, lo que resultará en una disminución en el rendimiento del material y fácil agrietamiento durante el proceso de estirado en frío.
Influencia de la temperatura:
Control inadecuado de la temperatura de la tubería de acero durante el proceso de estirado en frío. Si la temperatura es demasiado baja, se reducirá la plasticidad del material, lo que también puede provocar grietas.
Operación incorrecta:
Los operadores no calificados o los errores de operación, como una fuerza de tracción excesiva o desigual, también pueden causar que la tubería de acero se agriete.
Para evitar el agrietamiento de los tubos de acero sin costura estirados en frío, se debe llevar a cabo una consideración y un control integrales desde la selección de materiales, el diseño del molde, la lubricación, el tratamiento térmico, el control de operación y otros aspectos. Al mismo tiempo, también es muy importante realizar inspecciones periódicas de calidad de las tuberías de acero para detectar y abordar rápidamente los posibles riesgos de agrietamiento.