La producción de tubos de acero sin costura de precisión suele seguir un proceso que implica el calentamiento en horno y la refundición por electroescoria (ESR), seguido de la forja o el laminado de palanquillas. Los productos resultantes pueden ser barras redondas, piezas cuadradas planas o piezas forjadas. Estos materiales se procesan posteriormente, a menudo en formas especiales, con una tasa de utilización del metal de aproximadamente el 30%. El uso del método de extrusión para la producción ofrece varias ventajas:
- Estado de tensión optimizado: Durante el proceso de extrusión en caliente, los tubos de acero sin costura de precisión alcanzan un estado de tensión óptimo, reduciendo los defectos internos.
- Formas de sección transversal versátiles: la extrusión permite una fácil implementación de diversas formas de sección transversal, lo que la hace adecuada para una producción variada y en lotes pequeños.
- Rendimiento uniforme: el proceso garantiza la uniformidad del rendimiento en todas las direcciones.
El principal proceso de producción por extrusión incluye:
Horno de arco eléctrico (EAF) + ESR
Forja o laminación dentada
Calentamiento por inducción
Extrusión
Recocido
Diferencias entre extrusión y forjado/laminado
- Temperatura de calentamiento: La extrusión de precisión sin costura requiere temperaturas de calentamiento entre 30 y 60 °C más altas que las utilizadas en el forjado o el laminado.
- Velocidad de deformación: El proceso de extrusión implica una deformación a alta velocidad, requiriendo solo de 2 a 4 segundos para el acero deformado.
- Consumo de metal: La extrusión implica múltiples pasos, lo que genera un mayor consumo de metal.
En resumen, el proceso de extrusión para producir tubos de acero sin costura de precisión mejora la calidad del producto al minimizar los defectos internos, adaptarse a diversas formas y garantizar un rendimiento uniforme, a pesar del mayor consumo de metal y los requisitos de temperatura en comparación con el forjado y el laminado.