Proceso de tratamiento térmico de tubos de acero inoxidable

El tratamiento térmico de tuberías de acero inoxidable varía según el tipo de acero inoxidable utilizado. A continuación se muestran procesos comunes de tratamiento térmico para diferentes tuberías de acero inoxidable.

Acero inoxidable austenitico:

Tratamiento de la solución: calentamiento a la temperatura de la solución sólida (generalmente 950 ~ 1150 °C) para disolver los carburos y la martensita formados durante el trabajo en frío en austenita, seguido de enfriamiento selectivo por aire, enfriamiento por agua o enfriamiento por aire dependiendo del contenido de cromo y carbono.

Tratamiento de estabilización: Para acero inoxidable austenítico que contiene Nd o Ti, calentar a 870-950°C, mantener durante 24 horas y luego enfriar lentamente (p. ej., enfriamiento por aire o enfriamiento en horno).

Tratamiento de relajación del estrés: Elimina el estrés interno a 275450°C durante 0,52 horas para mejorar las propiedades mecánicas.

Tratamiento de estabilización con carburo de cromo: Calentar a 900°C para disolver el carburo de cromo y evitar su precipitación entre cristales.

Acero inoxidable martensítico:

Tratamiento de recocido: Ajustar la estructura interna.

Tratamiento de enfriamiento: Austenitice y enfríe a un ritmo controlado para transformarlo en martensita, mejorando la resistencia y la dureza.

Tratamiento de templado: calentar y mantener a una temperatura específica, luego enfriar para lograr la estructura y el rendimiento deseados.

Acero inoxidable ferrítico:

El tratamiento térmico tiene como objetivo eliminar o debilitar los efectos de las fases secundarias, que normalmente implican el recocido.

Acero inoxidable endurecido por precipitación:

El proceso incluye tratamiento con solución sólida, tratamiento de acondicionamiento y tratamiento de envejecimiento para mejorar el rendimiento del material a través de una solución sólida y fortalecimiento del envejecimiento.

Los parámetros de estos procesos (temperatura, tiempo, método de enfriamiento, etc.) se ajustan en función de la composición del acero inoxidable, el rendimiento requerido y la aplicación. El tratamiento térmico mejora las propiedades mecánicas, la resistencia a la corrosión y la organización estructural, aspectos cruciales en la fabricación y aplicación de tubos de acero inoxidable.

Es necesario un control ambiental estricto para un tratamiento térmico eficaz, ya que los procedimientos inadecuados pueden degradar el rendimiento del material. Seleccionar el proceso de tratamiento térmico adecuado y seguir las especificaciones operativas y los protocolos de seguridad es esencial para el éxito de las aplicaciones.