Pulir tuberías de acero inoxidable implica varios pasos para lograr una superficie lisa, brillante y reflectante. A continuación, se incluye una guía general para pulir tuberías de acero inoxidable.
Preparación:
Limpie la tubería a fondo para eliminar la suciedad, la grasa o los residuos con un desengrasante o disolvente.
Seque la tubería por completo antes de comenzar el proceso de pulido.
Lijado (si es necesario):
Si la superficie tiene imperfecciones como rayones u óxido, comience por lijar la tubería con papel de lija de grano cada vez más fino (por ejemplo, de grano 80 a grano 320).
Lije en una dirección uniforme y asegúrese de que la superficie esté lisa después de cada paso.
Pulido:
Aplique un compuesto o pasta de pulido adecuado para acero inoxidable.
Use un paño suave o una rueda de pulido (en una amoladora o pulidora) para aplicar el compuesto. Trabaje en secciones pequeñas, asegurándose de que la cobertura sea uniforme.
Use un movimiento de ida y vuelta o un movimiento circular, según el tipo de máquina o herramienta que esté utilizando.
Pulido:
Después de pulir, pula la tubería con un paño limpio y suave para eliminar cualquier resto de compuesto y mejorar el brillo.
Para obtener un acabado de espejo, utilice un compuesto de pulido de mayor calidad y continúe puliendo hasta lograr el brillo deseado.
Limpieza final:
Limpie la tubería nuevamente con un limpiador suave para eliminar cualquier resto de compuesto de pulido.
Seque bien la tubería y estará lista para usar.
Asegúrese de tomar las precauciones de seguridad adecuadas, como usar guantes, gafas protectoras y usar un respirador si es necesario, especialmente cuando trabaje con herramientas eléctricas.