La producción de tubos de acero sin soldadura implica numerosos procedimientos de post-procesamiento, uno de los cuales es el control de fuego. Este proceso incluye varios tratamientos térmicos destinados a alterar las propiedades mecánicas del acero, mejorar su rendimiento y garantizar su idoneidad para diferentes aplicaciones.
Proceso de recocido
Durante el proceso de recocido, el acero se calienta a unos 750 grados centígrados y se mantiene a esa temperatura durante un periodo determinado. A continuación, se enfría lentamente a unos 500 grados Celsius antes de enfriarlo finalmente al aire. Este proceso, conocido como recocido de esferoidización, tiene como objetivo reducir la dureza del acero y mejorar su maquinabilidad, especialmente en el caso de los aceros con alto contenido en carbono.
Proceso de normalizado
La normalización es otro proceso de tratamiento térmico crucial para los tubos de acero sin soldadura. El acero se calienta a una temperatura superior a su punto crítico (por ejemplo, el acero 45 se calienta a 840-860 grados Celsius, mientras que el acero al carbono para herramientas se calienta a 760-780 grados Celsius). A continuación, se mantiene a esa temperatura durante un cierto tiempo antes de enfriarlo al aire. El objetivo principal de la normalización es refinar la microestructura del acero, mejorando sus propiedades mecánicas y acercándolo a un estado de equilibrio.
Proceso de temple
El temple consiste en calentar el acero a una temperatura superior al punto crítico, mantenerlo a esa temperatura durante un tiempo determinado y, a continuación, enfriarlo rápidamente en agua o aceite. Este proceso transforma la microestructura del acero en martensita o bainita, aumentando significativamente su dureza y resistencia. Por ejemplo, las temperaturas de temple del acero 45 oscilan entre 840 y 860 grados Celsius, mientras que el acero al carbono para herramientas se templa entre 760 y 780 grados Celsius.
Proceso de templado
El revenido sigue al temple y consiste en recalentar el acero templado a una temperatura más baja y luego enfriarlo. Este proceso reduce la fragilidad manteniendo la dureza y mejora la tenacidad general del acero. En los casos en que los componentes deben soportar altas temperaturas, las Normas Industriales Japonesas (JIS) determinan las propiedades de tracción del acero templado por encima de 400 grados Celsius mediante ensayos.
- Revenido a alta temperatura: Adecuado para componentes que requieren resistencia a la fatiga por flexión rotacional y al desgaste.
- Revenido a baja temperatura: Utilizado para componentes sometidos a esfuerzos de tracción en los que se necesita una dureza elevada sin pérdida significativa de tenacidad.
Temple por inducción y cementación
Para piezas sometidas a gran desgaste y fatiga, suelen emplearse el temple por inducción y la cementación en caja. Estos procesos son adecuados para aplicaciones específicas en las que la dureza de la superficie es crítica, y consisten en calentar la capa superficial del acero y luego enfriarla para conseguir una superficie dura y resistente al desgaste.
Conclusión
En la producción de tubos de acero sin soldadura, el control del fuego mediante diversos procesos de tratamiento térmico es esencial para conseguir las propiedades mecánicas y el rendimiento deseados. El recocido, la normalización, el temple y el revenido ejecutados correctamente garantizan que los tubos de acero cumplan los requisitos específicos de las distintas aplicaciones. Controlando cuidadosamente estos procesos, los fabricantes pueden producir tubos de acero sin soldadura con una dureza, tenacidad y mecanizabilidad óptimas, adaptadas a las normas del sector y a las necesidades de los clientes.