Las tuberías de revestimiento de petróleo desempeñan un papel crucial en la industria del petróleo y el gas, proporcionando soporte estructural a los pozos y protegiéndolos de fuerzas externas y contaminantes. Para evitar daños a las tuberías de revestimiento de aceite y garantizar su integridad durante toda su vida operativa, considere los siguientes tres aspectos.
1. Para protegerse contra daños a la carcasa de petróleo inducidos por la perforación, es imperativo centrarse en dos aspectos clave:
(1) Elija una carcasa de petróleo con propiedades anticorrosión adecuadas adaptadas a las condiciones específicas en el fondo del pozo de petróleo.
(2) Antes de comenzar las operaciones de perforación, el personal petrolero debe optimizar el plan de diseño de perforación. Esta optimización permite al personal relevante minimizar la curvatura del pozo, reduciendo en consecuencia los cambios de tensión en la carcasa de petróleo durante la perforación. Esto garantiza la calidad de la perforación y evita daños a la carcasa de petróleo durante todo el proceso de perforación.
2. Mejorar la tecnología de perforación es esencial para garantizar la calidad de la cementación y al mismo tiempo evitar daños a la carcasa de petróleo. Durante las operaciones de perforación, es crucial optimizar los parámetros relevantes para mejorar la precisión del proceso de perforación. El personal administrativo de la compañía petrolera debe intensificar la supervisión de la implementación del proceso de perforación, asegurando el estricto cumplimiento de las pautas de implementación del proceso de perforación por parte del personal relevante. Esto garantiza tanto la calidad de la cementación como la integridad de la carcasa de aceite.
3. El empleo de tecnología anticorrosión es una medida proactiva para prevenir daños a las tuberías y carcasas en las operaciones petroleras. Los métodos clave incluyen:
(1) Incorporar aditivos anticorrosión al agua utilizada durante la explotación petrolera para mitigar el daño a la carcasa del petróleo.
(2) Abordar la corrosión electroquímica conectando una corriente específica a la carcasa de aceite, facilitando la transferencia de la corrosión de la carcasa y evitando daños a la misma.